Panamá, posee el único café en el mundo con el nombre Coca-Cola

Sin lugar a dudas el Café Coca-Cola es digno del sello Marca País Panamá, y que no solo es el primer Café – Restaurante fundado en nuestro país, sino que además es el único en el mundo autorizado por la franquicia para llevar su nombre.

Es un modesto café con un ambiente de época pasada pues sus sillas y muros te hacen sentir que retrocediste en el tiempo, con un menú muy panameño, sin dejar de ofrecer lo más común del abanico de opciones “populares” consumidas por los locales, como el arroz frito (asiático), spaguetti en salsa roja (italiano), variedad de emparedados lo cual fue nuestra opción el delicioso Club Sándwich (originario de NY).

El Café Coca-Cola, data de 1875 e inicialmente se llamó Café 9 puertas, en honor a las 9 puertas que poseía para aquel entonces, hoy por hoy solo cuenta con 2 puertas.

Para inicios del siglo XX con la separación de Panamá de Colombia y el auge propio de la construcción del Canal de Panamá, el consumo de la popular bebida iba en aumento por los trabajadores canaleros por lo que los dueños decidieron cambiar el nombre a Café Coca-Cola, para aquel entonces el derecho de autor no estaba siquiera en nacimiento.

Ubicado en la privilegiada y muy transitada esquina entre el Parque Santa Ana y Calle 12, este café cuenta memorables leyendas que de seguro fueron punto de reunión para el rumbo de la historia que hoy conocemos y es que aquí fue el punto de encuentro de personalidades como, Evita Perón y su esposo Juan Domingo Perón, Joan Pujol (doble agente apodado Garbo), El Che Guevara y Fidel Castro (se cuenta que aquí fue donde planearon la revolución).

Con un perfil más histriónoico, Pablo Neruda, Julio Iglesias, así como Pierce Brosnan durante la filmación de El Sastre de Panamá y el también actor Daniel Craig durante el rodaje de Quantum of Solace.

Con un ambiente modesto y precios muy accesibles, este lugar sigue siendo en punto de encuentro de los políticos panameños, así como de turistas de diversas partes del mundo que deciden conocer un punto único en el mundo.

Para la década del ´50 la franquicia hizo 2 intentos en recuperar su nombre, sin embargo perdió ambas batallas y hoy por hoy son aliados, pero cada año el café recibe la visita de un supervisor de la planta Coca-Cola desde Atlanta.

Por su privilegiada ubicación a las puerta del Casco Antiguo y siendo este complejo Patrimonio de la UNESCO, el “Café Coca-Cola”, es también patrimonio cultural.

Nos encontramos con el señor Kevin, que nos cuenta que creció en el barrio y que también en algún momento fue mesero del lugar y después de pandemia le tocó buscar otras área, ahora llega al lugar como cliente, en sus memorias está que locales y extranjeros vienen por lo accesible de los precios y también porque hay platos tradicionales panameños en un ambiente cómodo que te traslada a otra época.

Entre las curiosidades está que solo venden refrescos de la fábrica Coca-Cola y que las nuevas bebidas como la zero o light no se ofrecen en botellas sino en lata, para seguir ofreciendo las tradicional botella de vidrio en el refresco original.

El señor Kevin, nos cuenta que en los años mozos del lugar para una buena tertulia habría que competir con “ruido ambiental”, ya que no siempre tuvo aire acondicionado, en su palabras era el bullicio del diablo rojo, el billetero, las conversaciones políticas, el alto volumen del televisor y hasta el ruido de la cocina.

Hoy sigue estoico en la esquina de calle 12 y Santa Ana, siendo un sitio que gracias a los turistas que lo descubren, invita al nacional a redescubrirlo.

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