Alaska, el resurgimiento turístico de una comunidad tras la masacre

Cuando nos dijeron vamos para Alaska, pensé el lugar debe ser frío, sin embargo el frío que sentimos fue al escuchar la narrativa de una masacre acaecida en octubre de 2001.

Para aquella fecha la comunidad de Alaska, Buga (Valle del Cauca), estaba sujeta a los vaivenes de los paramilitares.

El 10 de octubre de 2001, un grupo de paramilitares obligó a la comunidad a reunirse, donde posteriormente procedieron a separar a los hombres de las mujeres y niños. Los 24 hombres reunidos fueron ejecutados tras ser acusados de colaborar con grupos insurgentes de la región.

El ecoturismo, es parte del día de los alaskeños y es que desde que te adentras a sus estrechas calles, puedes ver un sinfín de flores de tal vez nunca hubieses imaginado sus colores y formas, además el sonido de las aves se fusiona con el de las cascadas y sus aguas cristalinas creando un paisaje de ensueño.

  • Avistamiento de aves
  • Senderos ecológicos
  • Eco hoteles
  • Autosostenibilidad

Es parte de lo que experimentarás en tu paso por este corregimiento, tuvimos la oportunidad de conocer el Eco Hotel Casa Blanca, con unas piscinas a 3 niveles que se alimentan del nacimiento de un manantial cercano a sus instalaciones, sus frías aguas están cargadas de minerales que las hacen medicinales.

Mientras tomábamos el desayuno pudimos apreciar el revoloteo de las alas de unos colibrí que decidieron llegar a desayunar junto a nuestra mesa, es una experiencia inmersiva con la “Pacha Mama”, que jamás olvidarás, sin embargo, tú puedes decidir desconectarte del ajetreo de la ciudad o conectarte a la red del hotel, (no creas que por estar alejados, te dejan desconectado, ellos entienden la necesidad de sus visitantes)

Luego del desayuno, nos fuimos a un recorrido hasta el centro del pueblo, para conocer a Araña, el único hombre que sobrevivió a la masacre, hoy por hoy cuenta la historia de manera tan natural que hasta puedes lograr creer que es un superhéroe por la hazaña que hoy lo tiene vivo.

El pueblo no solo vive del ecoturismo, sino que también son productores de panela y sus derivados a través del proceso de la caña de azúcar, tanto que poseen un trapiche comunitario, y fue precisamente ahí donde pudimos conocer a nuestro superhéroe, que hoy por hoy además de trabajar en la molienda de la caña, también siembra yuca y papa, que son productos que forman parte de la economía circular del sector, y es que aunque usted no lo crea, ciertas cooperativas se manejan a través del trueque, dependiendo de las necesidades de cada productor.

Es por ello que, en la mayoría de los hoteles, lo que consumes es tan local como fresco, dando ese toque de conexión con la naturaleza que hasta tu paladar lo agradece.

Alaska, se encuentra a hora y 45 minutos de Cali por lo que puedes disfrutar de estos hermosos parajes con facilidad, ya que sus vías principales están asfaltadas en su totalidad y la conectividad es impecable.

La economía a través del turismo ha dinamizado el sector y los moradores son parte importante en el engranaje que se resiste al pasar del tiempo y buscan potenciar sus fortalezas para posicionarse como un destino turístico emergente.

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