No cabe duda que el 9 de enero será por siempre una fecha que marca un hito en la panameñeidad y la importancia de la reversión del Canal a manos panameñas.
Inaugurado en el 2003 como parte de los actos de celebración del centeneario de Panamá y como un tributo a los 21 jóvenes que fallecieron en la gesta patriótica que devolvió a nuestro país la zona canalera y dio pie a la firma de los tratados Torrijos – Carter.
La llama eterna, está ubicada en los predios de la antigua Escuela de Balboa, mism que fuese el primer escenario de los enfrentamietos entre panameños y estadounidenses, dónde los locales exigian izar el emblema nacional.
Diseñado por el personal de arquitectura de la Autoridad del Canal de Panamá, Alcides Ponce Patiño, Evángelo Vamvas y Tamara Salamín, el momumento cuenta con detalles que son valuables para contar la historia.
21 pilastras custodian la llama eterna, en representación de los 21 estudiantes que fallecieron, 2 piletas que representan los dos océanos que bañan nuestro país, en la parte central del monumento, se halla la base restaurada del asta original de la bandera, sitio exacto del inicio de la confrontación del 9 de enero de 1964.
Cada pilastra lleva plasmado el nombre de los mártires, para honrar especialmente la figura de Ascanio Arosemena, se colocó una columna ligeramente desplazada hacia el centro y de cara al Cerro Ancón, punto más alto de la ciudad de Panamá y que era parte de la delimitación entre la zona del canal y nuestro país.
El conjunto incluye también una plaza de la bandera que, al estar ubicada en un lugar diferente al original, “simboliza un nuevo comienzo para la Nación”.
